Restauración Ecológica de ríos urbanos

Restauración ecológica de ríos urbanos

Lrestauración ecológica de ríos urbanos pasa por eliminar barreras (cubetas y cemento) y recuperar la conectividad. Lo que parece imposible en un río que cruza una ciudad, es exactamente la propuesta para el Rio Los Ángeles. Este río urbano amplio y caudaloso fue canalizado en 1938 tras una gran inundación. Con esta medida conseguían proteger a las personas y a sus viviendas del río. En cambio, la población se sentía privada de poder disfrutar de uno de los pocos espacios naturales de la ciudad. Por ello, los ciudadanos y algunas asociaciones locales tomaron la iniciativa de ir renaturalizando este espacio por su cuenta.

En líneas generales se asume que la restauración del río urbano Los Ángeles  mejora la calidad de vida de la población. El proyecto permite a los ciudadanos reconectar con un espacio natural de que se les había privado durante mucho tiempo. Pero existen otros beneficios no tan evidentes y también valiosos en los proyectos de restauración en espacios urbanos.

La creación de zonas de vegetación sirven de soporte para comunidades biológicas diversas. Estas comunidades a su vez cumplen con funciones ecosistémicas impagables como la dispersión, polinización, etc. Además, la recuperación de espacio para el río, permite una mejor gestión de las crecidas y la reducción de riesgos asociados para la población. Parece que la gran inversión se justifica por el win-win del proyecto: gana la naturaleza, ganan la sociedad.

Curso restauración ecológica de ríos

El doble filo de la restauración de ríos

Sin embargo no podemos obviar los otros impactos sociales que pueden asociarse con la restauración de ríos. En Los Ángeles hay 47000 personas viven en la calle. En este sentido, invertir casi 100M $ por km de río puede considerarse injusto y desmesurado. Parece que la promoción de la infraestructura verde urbana puede ser un generador de desigualdad social.

Una de las ventajas de la infraestructura verde urbana es que puede revalorizar un territorio. No obstante, un estudio científico reciente parece reflejar que esta revalorización, lejos de favorecer al conjunto de la población, excluye a buena parte de la misma. Las viviendas en barrios con mayor proporción de zonas verdes aumentan de precio y tienden a ser ocupadas por ciudadanos con mayor poder adquisitivo.

Restauración ecológica que crea ciudad

Entonces ¿no mejoramos el medio ambiente urbano y optamos por el mal (social) menor? o ¿decidimos seguir contribuyendo al bien común aún en contra de comunidad?. Siempre hacemos hincapié en que la restauración de ecosistemas no debe  disparar sólo procesos ecológicos. La restauración es una oportunidad para el desarrollo económico y social de la población pero es necesario ayudar a que sea percibida así.

La renaturalización y restauración de ríos urbanos mejora la calidad de la ciudad. El espacio ya no se percibe como «un canal degradado» y las personas tienden a cuidarlo. Esto también hace que se generen nuevos vínculos sociales relacionados con el espacio. Pueden incluso surgen iniciativas ciudadanas educativas u oportunidades de negocio locales. La restauración ecológica del río urbano puede ser el primer paso para construir ciudad y sociedad.

Pero para que esto ocurra, la planificación del territorio debe  hacerse contando con las personas.  Los gobernantes deben desarrollar estrategias de participación inclusivas y adaptadas a las distintas velocidades y capacidades de los ciudadanos. Es necesario incentivar la interacción de la población con los procesos que ocurren en la ciudad. Así todos juntos, de alguna manera, contribuimos a crear nuestro propio entorno.