La infraestructura verde urbana proporciona servicios ecosistémicos fundamentales para los ciudadanos. Así se recoge en la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde, Conectividad y Restauración Ecológicas de España. Este documento, tiene como objetivo identificar y clasificar la infraestructura verde a nivel nacional para después identificar cómo conectarla a través de acciones de restauración ecológica en el territorio. Pero ¿sabemos realmente lo que es y qué papel tiene la restauración ecológica en su permanencia?. En este post queremos arrojar un poco de luz sobre este concepto.
¿Qué es la infraestructura verde urbana?
La infraestructura verde urbana es una red estratégicamente planificada de zonas naturales y seminaturales capaz de proporcionar múltiples servicios ecosistémicos. Para ello, una de las características clave de esta red rural o urbana es que sea multifuncional.
Las funciones ecológicas de la infraestructura verde son claras. Esto se debe a que está representada por ecosistemas complejos y diversos. En cambio, la infraestructura verde urbana debe en muchos casos “crearse desde cero”. Para que sea verdaderamente funcional debe ser cuidadosamente diseñada en base a criterios ecológicos. Es aquí donde la Restauración Ecológica tiene un papel fundamental y aporta una visión diferencial frente a las soluciones más convencionales. La creación de hábitats o la mejora del confort climático son algunos de los puntos clave que deben de tenerse en cuenta.

Zonas verdes urbanas y servicios ecosistémicos
La restauración ecológica de la infraestructura verde urbana permite revertir los efectos negativos del proceso de urbanización. De este modo, de se consigan recrear ecosistemas seminaturales que capaces de proveer servicios ecosistémicos tales como:
- la mejora de la calidad del agua o del aire
- el control de la escorrentía y el control de inundaciones
- la regulación del microclima
- el fomento de la biodiversidad y la conectividad ecológica
La recuperación de estos servicios ecosistémicos en entornos urbanos tiene un impacto positivo directo sobre la población. Nos obstante, los beneficios sociales van más allá. La renaturalización de ciudades permite a la sociedad re-conectar con la naturaleza. De esta manera se favorece la cohesión social y la educación de la ciudadanía sobre la importancia de los ecosistemas para el bienestar humano.
Por último la restauración de infraestructura verde urbana es un motor de desarrollo económico ya que:
- Mejora el paisaje y por tanto puede generar nuevos atractivos para el turismo
- Aumenta el valor de la propiedad del suelo
- Puede llevar asociada la producción de alimentos u otras materias primas
- Contribuyen a generar empleo
El caso de Ekostaden Augustenborg
Uno de los proyectos más emblemáticos de infraestructura verde urbana es el caso de Ekostaden Augustenborg en el distrito de Augustenborg, en Malmö, Suecia. Esta zona sufría inundaciones recurrentes y problemas de salud pública asociados con una red de drenaje deficiente. Por eso se puso en marcha un proceso de regeneración urbana, donde la participación de los agentes sociales tuvo un papel determinante.
En este barrio se aplicaron soluciones basadas en la naturaleza para desbloquear procesos hidrológicos en la ciudad. Para ello se destinó una inversión de unos 22 millones de euros. El resultado: reducir los índices de escorrentía al 50% y el gasto energético doméstico. Además, se han generado espacios seminaturales que sirven de refugio para un buen número de especies procedentes de entornos naturales próximos.