Restauración ecológica de áreas afectadas por infraestructuras de transporte: lecciones aprendidas para restaurar ecosistemas humanos

Restauración ecológica de áreas afectadas por infraestructuras de transporte: lecciones aprendidas para restaurar ecosistemas humanos

Los ecosistemas antrópicos, creados por humanos y orientados a satisfacer nuestras propias necesidades, van a ser cada vez más abundantes. Nuestra capacidad de transformar los ecosistemas naturales es enorme. Como consecuencia generamos ambientes con dinámicas particulares y configuraciones de especies únicas.

Cómo restaurar taludes de carretera vol.1: los filtros ambientales

Este es el caso de los espacios afectados por la construcción de infraestructuras de transporte. Cuando se construye una carretera, una autovía o una nueva línea de tren, se mueven miles de toneladas de suelo para crear nuevos relieves. Este movimiento de tierras lleva aparejado la eliminación de la cubierta vegetal original y la construcción de planos, más o menos pendientes, que acompañan al trazado de la vía.

Podríamos pensar que las características de estos nuevos ecosistemas son similares a las de los del entorno. Y en cierto modo es así pero encontramos algunas diferencias que tienen que ver con el propio proceso constructivo. Por ejemplo, la construcción de taludes en desmonte genera pendientes abruptas en la mayoría de las ocasiones sin suelo. Lo que tenemos como sustrato es la roca madre desnuda y con acabado bastante liso.

Un ambiente de estas características puede ser una oportunidad o no para según qué especies. El lado positivo es que no hay mucha competencia y si eres un súper-colonizador seguramente estés a tus anchas. Sin embargo, para la mayoría de las especies un desmonte es un lugar inhóspito donde mantenerse en pie ya es un reto. El acabado liso  genera pocos espacios de oportunidad para que las semillas queden retenidas. Además, una vez que la semilla consigue establecerse, la alta compactación del sustrato o la escasa capacidad de éste para retener la humedad impondrán filtros fuertes para el reclutamiento.

Así que en estos ambientes lo primero sería ver cómo podemos atenuar el efecto de estos filtros. Hace ya unos años publicamos este artículo donde hablamos del efecto que puede tener el extendido de tierra  vegetal en desmontes de carretera. Este artículo lo publicamos en Applied Vegetation Science y puedes verlo aquí. Este conocimiento nos puede servir para enfrentar la restauración de otros ecosistemas afectados por grandes movimientos de tierras.

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Restauración de comunidades de plantas y microartrópodos en taludes de carretera

Las dinámicas de las comunidades en los taludes en terraplén son algo distintas. Estos relieves más suaves se combinan con la presencia de materiales de relleno, cuyas propiedades físico-químicas no tienen por qué ser las de los entornos. Esto explica que, en ocasiones, la flora de los taludes sea distinta a la que hay alrededor.

Las comunidades de herbáceas en terraplenes tienden a ser abundantes y a generar una gran biomasa. Esto implica una mayor competencia entre las plantas y un empobrecimiento de las comunidades. De hecho, en ambientes mediterráneos es común que estas comunidades estén dominadas por gramíneas.

La evolución de la vegetación en estos taludes condiciona las características ambientales de los mismos. Las plantas generan un microclima que favorece la germinación de otras especies, a la vez que aporta materia orgánica al suelo. En un artículo que escribimos en Ecological Engineering vimos que precisamente el carbono orgánico del suelo es el responsable de muchos de los procesos que ocurren en este sistema antrópico.

De hecho la materia orgánica es la que determina la composición de las comunidades de micro artrópodos del suelo. Estas comunidades de suelo están compuestas por ácaros, colémbolos y larvas de insectos, entre otros grupos, que se encargan de procesar los detritos vegetales y animales. Estas comunidades fragmentan la materia orgánica y ayudan a su descomposición, favoreciendo el reciclado de nutrientes.

La gestión de la vegetación de taludes puede generar cambios en la composición de especies. El cambio de especies también da lugar a distintas cantidades y calidades de materia orgánica. Estos cambios en la entrada de nutrientes en el sistema pueden modificar la funcionalidad de los mismos. Por tanto, si llevamos a cabo acciones orientadas a generar una mayor riqueza de especies en taludes, también podemos estar mejorando los procesos ecológicos en estos ambientes.

Desgraciadamente, como sabéis, no hay recetas… pero sí ingredientes! De hecho, el diagnóstico ecológico es una de las piezas clave de cualquier proyecto de restauración ecológica. Si quieres saber más sobre cómo llevar a cabo este diagnóstico puedes inspirarte aquí.