El concepto de valoración del capital natural se refiere al conjunto de acciones que llevan a incluir los bienes y servicios que proporcionan los ecosistemas en la toma de decisiones, principalmente, del sector privado. Como ya hemos hablado en otras ocasiones, este proceso de valoración puede imbricarse con la gestión del capital natural,en la que la Restauración Ecológica tiene mucho que decir. Sin embargo, hoy nos centraremos en las primeras fases de la valoración, y en concreto en los análisis de materialidad.
¿Y qué es eso de la materialidad? La Global Reporting Initiative (GRI) se refiere a la materialidad como aquellos aspectos suficientemente relevantes en la decisión de una empresa que reflejan los impactos económicos, ambientales y sociales de la misma y que, por tanto, pueden influir en la evaluación y decisión de sus grupos de interés. Después, el Natural Capital Protocol completa la definición con que son materiales, no sólo los impactos, sino también las dependencias.
Es decir, que en el universo de la valoración del capital natural podríamos decir que un análisis de materialidad incluiría la definición de todos aquellos bienes y servicios que proporcionan los ecosistemas que son clave para una compañía, o sobre los que la empresa tiene un impacto. Este primer paso de tener claro que es la materialidad es clave cuando queremos empezar a trabajar en la valoración y restauración del capital natural.

Los ecosistemas naturales proporcionan múltiples bienes y servicios a la sociedad.
Pero ¿por donde empezar?. En realidad no existen herramientas específicas para poder evaluar la materialidad del capital natural en tu negocio. Pero la buena noticia es que es casi una cuestión de sentido común que podrás resolver con el conocimiento interno de tu empresa y un poco de ayuda. Aquí te dejamos algunas ideas sobre cómo hacerlo.
Identifica tus impactos potenciales sobre el capital natural
Identificar los impactos de tu empresa es un proceso relativamente sencillo si tienes claro tu proceso productivo. Por ejemplo, si hablamos de una empresa que construye infraestructuras, sabemos que uno de los impactos directos que genera tiene que ver con el movimiento de tierras para definir el trazado por el que luego circulará la infraestructura. Los nuevos relieves que se forman (desmontes y terraplenes) son pendientes más o menos pronunciadas, más o menos lisas, expuestas a procesos de erosión. Voilá! Ya tenemos un impacto!!. Si lo traducimos a servicios ecosistémicos: tenemos un impacto sobre el Control de las tasas de erosión.
Identifica tus dependencias del capital natural
Siguiendo con el mismo ejemplo de la constructora, esa erosión normalmente se vuelve en contra de la propia empresa. De hecho, es una medida habitual revegetar estas superficies inclinadas para evitar la emisión de sedimentos a la vía. Eureka! Aquí hay una dependencia: dependemos de la capacidad que tiene la vegetación para retener el sustrato.
Pues así, paso a paso, repasando cada uno de los detalles de tu actividad irás construyendo tu primera lista.
Las actividades humanas tienen impactos ambientales y sociales en el territorio, modificando la disponibilidad de capital natural.
Separa el grano de la paja
El siguiente paso consiste en elegir, de esa primera lista, aquellos aspectos que consideras más importantes tanto para tu empresa como para el conjunto de agentes clave. Aquí podrías hacer una breve encuesta entre los responsables de los departamentos de tu empresa (nunca es un mal momento para confraternizar e ir compartiendo visiones sobre capital natural!). Algunos de los departamentos a los que puedes preguntar es a operaciones/proyectos, legal, financiero o marketing.
La pregunta es sencilla ¿Cómo crees que nos afectaría que se desplome un talud de carretera? Sus respuestas te serán de mucha utilidad para completar tu análisis de materialidad.
Pondera la importancia relativa
El último paso sería ponderar la importancia de cada uno de los impactos y dependencias que has seleccionado en el paso anterior para tu negocio. Aquí también tienes muchas maneras de hacerlo. Puedes hacerlo, por ejemplo, de manera cualitativa a través de una matriz sencilla. En un eje, puedes valorar en qué medida un impacto genera una percepción social negativa de tu marca y, en otro eje, tu capacidad de reducir ese impacto en el corto plazo. Al final te quedará una figura como la que te proponemos abajo, que puede servir además para priorizar a que impactos o dependencias hacer caso primero.
A partir de aquí serás más fácil tomar decisiones y definir acciones concretas para incluir el capital natural en tu negocio. Si tienes dudas sobre este análisis de materialidad o cualquier otro aspecto relacionado con la valoración del capital natural, no dudes en contactar con nosotros.