Hasta ahora, se venía pensando que los árboles más maduros de un bosque eran improductivos para el sistema: su crecimiento se ralentizaba o se detenía, al igual que su capacidad de capitalizar más biomasa (y, por tanto, secuestrar CO2), pero al mismo tiempo tenían tanta masa que acaparaban para su respiración todo el oxígeno que producían en la fotosíntesis.
Sin embargo, un grupo internacional de investigación ha publicado que esa creencia es errónea. En más de 400 especies de árboles tropicales o templados, afirman que las tasas de crecimiento y secuestro de carbono son mayores en los árboles de mayor edad, analizados individualmente.
Podéis ver más detalles en el siguiente artículo (en inglés):
Oldest Trees Are Growing Faster, Storing More Carbon as They Age