Especies clave

Especies clave

La estructura de un ecosistema puede llegar a ser muy compleja. A grandes rasgos. el ecosistema surge como resultado de sus componentes abióticos y bióticos, y las interacciones que se dan entre todos ellos. Esto ya puede dar una idea de la complejidad que puede llegar a alcanzar, pero además, esas interacciones pueden darse de muy distintas maneras y, la única manera de conocerlas, es estudiar cada caso específicamente.

En función de esas interacciones, cada elemento puede tener una importancia mayor o menor, a la hora de considerar si su presencia o ausencia tiene más o menos peso en el comportamiento del sistema. Surgen así conceptos como el de especie clave, que introduciremos a continuación.

La forma más sencilla de entenderlo es acudir a su origen, el estudio de Robert Paine sobre sistemas intermareales. En estos sistemas, con gran biodiversidad, que ocupan el espacio comprendido entre los límites de las mareas alta y baja, los límites superiores de distribución (hacia tierra) vienen marcados por los condicionantes abióticos (capacidad para hacer frente a los cambios de humedad y temperatura, principalmente); pero la distribución de cada especie por debajo de ese límite viene determinada por la interacción con las demás (competencia por los recursos).

En el ejemplo de Paine, la estrella de mar Pisaster depreda sobre las demás especies presentes. Su eliminación, por tanto, debería conducir a la ocupación del espacio disponible por el resto de especies. Sin embargo, y contra lo que cabía esperar, la ausencia de la estrella provocó la expansión del bivalvo Mytilus por todo el espacio disponible, expulsando a las demás especies, peor adaptadas a las condiciones.

La conclusión del estudio es clara: la acción de la estrella de mar, controlando la población de Mytilus, limitaba su expansión y creaba las condiciones propicias para la aparición de otras especies. Por tanto, la estrella de mar resulta ser una especie clave para que se dé el funcionamiento normal del ecosistema.

El control de poblaciones por parte de depredadores resulta muy intuitivo para entender este concepto, pero también pueden ser especies clave aquellos que constituyen el alimento principal de otras muchas especies, como algunos herbívoros; o aquellas cuya acción es determinante de alguna otra manera para el sistema, como los polinizadores.

Establecer claramente el papel de cada especie es muy importante para una correcta gestión del territorio. Incidir sobre las especies clave puede ser una manera de actuar sobre la funcionalidad del sistema, que resultará mucho más eficaz que la mera reposición de elementos, o una intervención continuada sobre la estructura.

Referencias:

Paine, R. T. 1966. Food web complexity and species diversity. American Naturalist 100:65-75.

Paine, R. T. 1974. Intertidal community structure: experimental studies on the relationship between a dominant competitor and its principal predator. Oecologia 15:93-120

ENGLISH VERSION

An ecosystem structure can be very complex. In short, the ecosystem arises as a result of its abiotic and biotic compounds, and the interaction between them. This can give an idea of its complexity but, furthermore, these interactions can occur in many different ways, and the only way to know them is studying each case specifically.

Depending on those interactions, each element can have a bigger or lesser importance, when considering if its presence or absence has more or less weight in the system behaviour. We can introduce, thus, the concept of keystone species.

The easier way to understand it is going to the origin, Robert Paine’s study on intertidal systems. In these systems, developed in the space between the upper and lower tide limits, the higher limit is set by the abiotic conditions (mainly, the ability to cope with the drastic changes in water availability and temperature), while the lower is set by the interactions between species (competence for the resources).

In the example, as shown above, the sea star Pisaster preys on the other present species. Its removal, therefore, should lead to the occupation of the space by the others; however, the starfish absensce allowed the expansion of the bivalve Mytilus, driving out the rest of species, not so well adapted.

The conclusion is clear: the sea star action, controlling the Mytilus population, limited its expansion and created room for the arrival of the other species. Thus, the sea star appears to be a keystone species for the normal performance of the ecosystem.

The population control by predators is very intuitive to understand this concept, but a keystone species may also be one on which many others feed, like some herbivores; or those whose actions are determinant in any way for the system, like pollinators.

It’s very important to clearly state the role of every species for a correct land management. To act over keystone species may be a way to do so over the system performance, much more efficient than the mere elements reposition, or a continued action over the structure. 

References:

Paine, R. T. 1966. Food web complexity and species diversity. American Naturalist 100:65-75.

Paine, R. T. 1974. Intertidal community structure: experimental studies on the relationship between a dominant competitor and its principal predator. Oecologia 15:93-120

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