La actividad minera se desarrolla en contextos geográficos complejos en los que las principales compañías deben afrontan nuevos retos relacionados con el cumplimiento de la regulación de cada país. Además, existe una necesidad imperiosa de adaptarse a los mercados cambiantes que sólo es posible mediante la incorporación de innovación que permita producir más a menor coste.
A pesar del esfuerzo de las grandes corporaciones para atajar los nuevos desafíos, a los que la industria minera deberá hacer frente, existen aún algunos “temas pendientes” a los que es imprescindible poner foco, por ejemplo:
- Agilidad en la toma de decisiones que permita moverse hacia direcciones imprevistas
- Planificación específica de los escenarios y el desarrollo de la actividad
- Análisis de datos más sofisticado
- Manejo inteligente del riesgo y la incertidumbre
Excelencia operativa e innovación como claves del éxito
En un contexto global en que la actividad minera decae debido la desestructuración del mercado laboral, el incremento de los costes, la escasez de agua y energía o la caída de la calidad de los minerales, la excelencia operativa y la innovación son fundamentales para impulsar el sector.
La producción ineficiente es intolerable y es por ello que las grandes compañías mineras deben reflexionar sobre la efectividad de los enfoques tradicionales que se aplican a la hora de planificar y desarrollar sus operaciones. Los movimientos a favor de la excelencia operativa pasan por:
- Hacer bien las cuentas: llevar un registro exhaustivo de los costes a lo largo de toda la cadena de suministro, y esto pasa por internalizar no sólo los costes derivados de la producción, sino los costes en recursos naturales. Si las empresas mineras quiere posicionarse como una fuente de riqueza y desarrollo económico tanto a nivel local como global es imprescindible que incluya en su cuenta de resultados el capital natural.
- Ser transparentes: Con clientes, usuarios, trabajadores y sobre todo con inversores. Como ya hemos comentado el acceso a financiación puede ser determinante para el mantenimiento de la actividad minera en años venideros. Al mismo tiempo, los grandes inversores son cada vez más estrictos a la hora de decidir en qué ponen su dinero, y la sostenibilidad ambiental de las empresas y el manejo que hacen del capital natural es hoy en día un criterio principal en la toma de decisiones.
- Prepararse para lo que sea: En un mundo en el que el cisne negro aparece de manera habitual, las compañías mineras deben planificar concienzudamente su actividad para llevar a cabo una buena gestión de los riesgos, en especial de los riesgos ambientales. Los diseños convencionales de las explotaciones mineras basados en geomorfologías alejadas del equilibrio (talud-berma) favorecen los procesos erosivos y la colmatación de balsas de decantación que pierden su funcionalidad, generando impactos off-site que pueden afectar la calidad de recursos clave como el agua. A este respecto, la planificación de la actividad minera no debería orientarse solamente al uso eficiente de este recurso durante el proceso productivo sino a reducir el impacto que tiene la minería sobre el mismo.
Innovation is about creating breakout performance by changing the rules of the game. It’s not about implementing best practices; it’s about devising new practices.
Karla Velasquez, Mining Leader, Deloitte LATCO (Peru)
El informe de Deloitte también recoge la capacidad de innovar de las empresas mineras como la mejor estrategia para el ahorro de costes. Sin embargo, para cosechar estos beneficios (o no gastos) no basta con explorar cómo trabaja mi competencia sino ver qué buenas ideas puedo importar de lo que hacen otros sectores.
La innovación en el sector minero implica un cambio radical en la forma de pensar (mindset), aplicar diseños totalmente nuevos que permitan manejar y reducir riesgos, impulsar nuevos modelos de negocio y fortalecer las relaciones con los gobiernos y las comunidades locales. A medida que las compañías mineras empiecen a aplicar innovación en su ecosistema operativo al completo, empezarán a darse cuenta de los beneficios que esto conlleva. Para acelerar el proceso es necesario:
- Incluir la innovación en el ADN de la compañía: Si tenemos en cuenta los efectos que tiene la minería sobre los ecosistemas y los recursos naturales, quizá uno de los aspectos fundamentales susceptibles de innovación es la integración ambiental de la propia actividad minera. Esto implicaría que las consideraciones medioambientales fueran la base para la toma de decisiones y la organización de la actividad de estas empresas. Se trata de colocar el medioambiente y la innovación en el core business, y no sólo pensar que es lo que el medio ambiente aporta a mi actividad sino qué es lo que mi actividad aporta a un determinado entorno natural. Cambiar la manera de explotar desde el inicio, utilizando los enfoques de Restauración Ecológica basada en principios geomorfológicos puede ayudar en este sentido.
- Formar parte de ecosistemas de innovación: como ya hemos comentado en entradas anteriores las mayores fuentes de innovación están fuera de la empresa. Es fundamental que las compañías mineras que pretendan sobrevivir en este maremágnum de incertidumbres, participen en procesos de innovación abierta con startupsque puedan proveerles de información y tecnología (no sólo informática) de alto nivel.
- Prepararse para operar en situaciones complejas: Salir de la zona de confort de los mercados (nacionales) conocidos y expandirse en nuevos mercados asociados a nuevas realidades ecológicas y sociales no es tarea fácil. Por tanto, se hace cada vez más necesario el trabajo en red, el contacto con expertos a escala local que permitan incorporar conocimiento de alta calidad que facilite una toma de decisiones informada y que consiga disminuir los riesgos asociados al ejercicio de la actividad en terreno desconocido.
Y… qué pasa con las personas??
Sin embargo, parece que estamos pasando por alto una parte esencial de la consecución del éxito y del posicionamiento de la industria minera en todo el mundo y es la adquisición de compromisos a largo plazo con las comunidades locales y la disposición a asumir nuevas normas culturales.
En las últimas semanas los medios se han cuajado de noticias provenientes de países con alto potencial minero como Bolivia, Colombia, Chile o Nueva Zelanda que ponen de manifiesto la importancia tiene para el sector minero la contestación social y el desacuerdo de los gobiernos. La comunicación efectiva con los agentes locales y la inclusión de la visión de los distintos stakeholders en la toma de decisiones de las compañías mineras, debería dejar de ser una excepción para convertirse en la norma. El ahorro de costes y en tiempo que supone para estas corporaciones tener en cuenta a priori las realidades y normas culturales de los países en los que pretenden desarrollar su actividad son conceptos que deberían incluirse desde ya en la cuenta de resultados.