Seguramente el mejor momento para restaurar ecosistemas sea ahora. En primer lugar, porque no podemos hacer la transición económica que queremos sin ecosistemas sanos. Dependemos de los recursos naturales, eso está claro. Especialmente porque han demostrado ser un seguro de salud. Ahora sabemos que, allí donde los ecosistemas están más degradados, estamos también más expuestos a las enfermedades.
Al mismo tiempo, tras varias décadas de iniciativas de restauración de ecosistemas puestas en marcha, tenemos mucho conocimiento sobre lo que funciona y lo que no. Por ejemplo, sabemos que existe una deuda de restauración. Esto es, el ecosistema restaurado proporciona solo una parte de los servicios ecosistémicos respecto al referente. Además, la restauración pasiva es una opción válida para ciertos ecosistemas y climas. Del mismo modo que saber qué plantar y dónde puede ser clave de cara a plantear restauraciones a gran escala, como las que propone el reto de Bonn.

Restaurar ecosistemas implica cambiar comportamientos
Nuestro propósito siempre ha sido que el sector público y privado se implique en restaurar ecosistemas. Que integre la ciencia de la Restauración Ecológica. Nuestro afán es que se restaure más y mejor. Que se corrija y se compense el impacto ambiental desde la perspectiva ecológica. Prestando atención a los servicios ecosistémicos que podemos recuperar. No obstante, nuestra experiencia nos ha demostrado que, si lo que queremos es crear un nuevo modelo desarrollo compatible con nuestro entorno, no basta con saber cómo restaurar. Es importante cambiar algunos comportamientos en las organizaciones. Para eso tenemos que realizar otras acciones que, aunque en un primer momento parezcan alejadas de la restauración de ecosistemas, son imprescindibles.
Comunicación efectiva para la restauración de ecosistemas
Evidenciar la degradación de los ecosistemas y explicar a la sociedad los beneficios de restaurar ecosistemas, es el primer paso hacia un desarrollo regenerativo. En este proceso de comunicación vinculamos a los agentes del territorio con nuestro proyecto y podemos, no sólo mejorarlo, si no abordar aspectos que no habíamos tenido en cuenta hasta el momento. Un ejemplo de la necesidad de comunicar es el trabajo que desarrollamos en el proyecto Prados de Vida. En este proyecto, la restauración de ecosistemas depende de recuperar el uso humano. Si los pastos no se siegan, una parte de la biodiversidad se pierde. En este caso, contar con la participación social es uno de los factores que determinan el éxito del proyecto.
Activar procesos dentro de las organizaciones
Además, restaurar ecosistemas no puede depender en exclusiva de consultores y desarrolladores de proyectos. La visión de la Restauración Ecológica debe llegar a todos los estratos de la sociedad. Para esto, los beneficios de restaurar tienen que estar claros para todos. Tenemos que crear lenguajes comunes sobre la necesidad de restaurar. Dejar claros los retornos de hacerlo de una u otra manera. Y para eso tenemos que evidenciar cómo las organizaciones dependen e impactan sobre los ecosistemas. Debemos valorar el capital natural y desarrollar herramientas para mejorar la toma de decisiones. En este sentido, nuestro proyecto INCA es clave para activar al sector privado en la valoración del capital natural y la compensación de la deuda neta ambiental. A raíz de conocer cómo las actividades humanas impactan sobre los procesos ecológicos, podemos proponer medidas de restauración y compensación más eficientes. Valorar el capital natural es el primer paso para restaurarlo.
Restaurar ecosistemas es transformar las reglas del juego
Al mismo tiempo, para restaurar ecosistemas hay que transformar a las organizaciones. Para eso es necesario desarrollar nuevos marcos normativos y modelos de gobernanza pública y privada. Para apoyar esta transformación hemos participado en el desarrollo de las Bases Científico-Técnicas de la Estrategia Estatal de Infraestructura Verde, Conectividad y Restauración ecológicas. Además, trabajamos directamente con empresas mejorando sus estrategias de sostenibilidad. Esta transformación tiene que ver con analizar en detalle los proyectos de biodiversidad. Este análisis, nos da información sobre cómo las decisiones a nivel corporativo se alinean con los impactos que generan los negocios. Un ejemplo de esta transformación es el proyecto Bioreturn.